(ZENIT Noticias / Roma, 06.03.2025).- En medio de debates globales sobre el valor de la vida y los dilemas éticos de la medicina moderna, la monja ucraniana Sor Giustina Holha Holubets ha sido reconocida por su compromiso inquebrantable con los padres que se enfrentan a diagnósticos prenatales devastadores. El 5 de marzo, el presidente de la Academia Pontificia para la Vida, el arzobispo Vincenzo Paglia, le entregó el premio «Guardiana de la Vida» por su labor de ofrecer atención y orientación a las familias que, en momentos de desesperación, podrían considerar el aborto como su única opción.
La hermana Giustina, miembro de las Siervas de María Inmaculada, no solo es psicóloga clínica en el Centro de Genética Médica de Lviv, sino también fundadora y presidenta de «Huella de Vida», un hospicio perinatal pionero establecido en 2017. La organización, impulsada por su lema: «No puedo darle días a tu vida, pero puedo darle vida a tus días», brinda cuidados paliativos perinatales a familias que experimentan el dolor de enfermedades fetales graves e intratables.
Durante una conferencia de prensa en la Asamblea General de la Academia Pontificia para la Vida, que exploró el tema «¿El fin del mundo? Crisis, responsabilidades, esperanzas», la hermana Giustina habló apasionadamente sobre la necesidad urgente de cambiar las actitudes sociales hacia la pérdida prenatal. Señaló que los diagnósticos prenatales a menudo conducen a la interrupción del embarazo, lo que, a su vez, distorsiona las estadísticas médicas al reducir los casos registrados de enfermedades congénitas.
Su trabajo en «Huella de Vida» se basa en cuatro pilares fundamentales:
– Sensibilizar a la población sobre el duelo prenatal y perinatal
– Brindar apoyo emocional y psicológico a madres y parejas que enfrentan un diagnóstico fetal grave
– Defender la dignidad y el cuidado de los niños no nacidos con enfermedades terminales
– Acompañar a los padres que han perdido un hijo durante el embarazo o poco después del nacimiento
La hermana Giustina enfatizó que ninguna vida es demasiado breve para dejar una huella en el mundo. El enfoque del hospicio se centra en ayudar a los padres a apreciar cada momento posible con su hijo, sin importar cuán corto sea.
«Una pequeña huella aún puede dejar una marca en esta tierra», dijo. «Nuestra misión es fortalecer a los padres para que puedan continuar el viaje del embarazo con amor, apreciando cada momento que tienen con su hijo».
También destacó una falta generalizada de concienciación en torno al duelo prenatal y perinatal, lamentando que muchas personas no sepan cómo apoyar a las familias en estas situaciones. Para cambiar esta situación, «Huella de Vida» promueve el 15 de octubre como día mundial de concienciación sobre la pérdida del embarazo y de los bebés.
«Para nosotros, este día es una oportunidad para proclamar el valor de las vidas más breves. Es un día para honrar la maternidad y la paternidad. Por la noche, encendemos velas en memoria de estas pequeñas almas, creando una ola de luz en todo el mundo: una ola de recuerdo, esperanza y amor», explicó.
El mensaje de la hermana Giustina fue claro: incluso cuando la medicina no ofrece ninguna solución, el amor permanece. «En situaciones en las que ‘no se puede hacer nada más’, siempre queda algo por hacer: amar, amar hasta el final».
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.
The post Religiosa ucraniana premiada por su labor de apoyo a padres que se enfrentan a diagnósticos fatales durante el embarazo appeared first on ZENIT – Espanol.
Leave a Reply