(ZENIT Noticias / Ávila, España, 21.10.2024).- Los restos de santa Teresa de Jesús fueron exhumados para su análisis y estudio a finales del pasado mes de agosto de 2024, con autorización de la Orden del Carmen. A más de un mes de esa exhumación, la primera constatación es que el cuerpo de la santa conserva el mismo estado en que estaba a principios de 1900, última vez que fue exhumado.
Los examinadores, José Antonio Ruiz de Alegría y Arranz, describieron su cuerpo como «momificado» más que «literalmente incorrupto» en una entrevista realizada a ambos radiólogos en El Debate, órgano de la Asociación Católica de Propagandistas y heredero del periódico que llevó igual nombre, adelantaron algunos resultados.
Durante la última exhumación en 1914 no se llegó a más conclusiones por la muerte del papa Pío X, hecho que frenó el estudio. Entre los hallazgos actuales, resalta la curvatura severa en la columna vertebral de la monja abulense según comenta Fernando de Pablo: «Tenía que caminar con la cabeza completamente hacia adelante. ¿Te imaginas el dolor que debió tener esta mujer? De verdad, es increíble. En el trabajo de diagnóstico, he visto mucha escoliosis y otras cosas similares, pero lo que vi en ella fue algo increíble». En el monasterio de Ávila se conserva el bastón que utilizó en su vejez.
José Antonio Ruiz agregó: «Si esta mujer ya tenía un dolor horrible cuando fundó un montón de conventos viajando en burro, el dolor debe haber sido insufrible. El dolor que esta mujer debe haber tenido en su columna vertebral, en su cuerpo». Y De Pablo añade que la curvatura del cuerpo provocó que sus pulmones no funcionaran bien. «Parece que respiraba diafragmáticamente».
El cuerpo de Teresa de Jesús se encuentra en la capilla de la Anunciación, en la ciudad salmantina de Alba de Tormes, donde falleció. Es conocido que el sepulcro está protegido por nueve llaves para evitar el robo de reliquias, muy marcado en la época de su muerte, y solo se puede abrir por el consentimiento de todas los responsables.
En 1585, la Orden de los Carmelitas Descalzos trasladó los restos de santa Teresa a Ávila y fueron exhumados el 25 de noviembre: un brazo se dejó en Alba de Tormes, en compensación por la pérdida de la reliquia. El cuerpo permaneció en la capital abulense hasta que los duques de Alba influyeron en el papa Sixto V para el definitivo traslado de los restos a Alba de Tormes.
Los científicos anticipan que los resultados de los estudios completos se publicarán en un año.
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