(ZENIT Noticias / Caracas, 29.08.2024).- La mañana del pasado sábado 24 de agosto se realizó en la Catedral Metropolitana de Caracas la ceremonia de toma de posesión de Monseñor Raúl Biord como Arzobispo de Caracas. Previo a la solemne misa, el prelado sostuvo un breve encuentro con los medios nacionales donde aseguró que, de momento, no tienen ningún plan o agenda pastoral determinada.
Por el contrario, señaló está interesado en “conocer a las personas, visitar las parroquias, los arciprestazgos, las zonas pastorales y escuchar para juntos construir un camino pastoral. No traigo un proyecto pastoral, no tengo una carta bajo la manga y decir ‘esto es lo que hay que hacer’, sino vengo a escuchar, con el Espíritu Santo que nos dirá qué hacer para que la iglesia sea más sinodal, misionera, y más fiel al mandato de Jesús y construir el reino de Dios”, dijo el décimo séptimo Arzobispo de la ciudad capital.
“Vengo con sentimientos de agradecimiento a Dios y de mucha humildad porque sé el alcance de lo que significa acompañar y animar esta gran grey de Caracas”, señaló en compañía de los Obispos Auxiliares de Caracas, Monseñor Carlos Márquez y Monseñor Lisandro Rivas.
Por más de una década, Monseñor Biord estuvo al frente de la Diócesis de La Guaira, una diócesis periférica de la ciudad de Caracas que cuenta con unos 500.000 habitantes, 27 parroquias y un pequeño seminario. Sin embargo, el teólogo advierte que su misión en Caracas será diferente.
“La iglesia no puede ser una pastoral de clonación. La Guaira es La Guaira y Caracas es Caracas. Responden cada una a una realidad. Aquí tengo que escuchar a mis hermanos obispos, laicos y sacerdotes para conocer las prioridades. Por supuesto, que seguiremos las grandes intuiciones y el trabajo de Cardenal Baltazar Porras, así como de todos los obispos antecesores”, manifestó Biord, al tiempo que precisó que dentro de sus prioridades estará la formación de laicos para poder confiar distintos ministerios al servicio del ministerio de Dios.
“Creo que hay un reto de caminar juntos, como dice el Papa. Una tentación es que cada parroquia se aísle y seamos un archipiélago pastoral, con cosas bonitas. Necesitamos trabajar juntos y buscar criterios juntos como la sinodalidad, la misión y la formación de todos. En la escucha de la sinodalidad saldrán los retos”, aseguró el hombre salesiano, que el próximo mes de octubre arribará a sus 63 años de edad.
“No es que llega un obispo y dice “ahora todos se van; yo traigo mi equipo”. No. Yo vengo aquí, el Papa me envía, para trabajar entre la gente, con la gente y para la gente”, agregó.
A minutos de que se diera lectura a la bula pontificia, y se le presentara ante el cabildo, el colegio de consultores y la feligresía, para así dar inicio a su ministerio pastoral, Monseñor Biord exhortó a los actores políticos, económicos y religiosos del país “a pensar en nuestro pueblo y a reconocer los problemas que hay; a tender puentes de entendimiento. Porque lo que más nos interesa es la vida próspera, con salud, educación, libertad y verdad”, dijo.
“Un Obispo tiene que ser pontífice porque la palabra pontífice significa constructor de puentes. Un puente tiene que estar anclado a los dos lugares para permitir el paso de las personas. Tiene que poder acercar a las dos orillas. La Iglesia, en estos momentos, como lo ha hecho siempre, pero hoy más que nunca, tiene que ser ese canal, ese instrumento de diálogo. Las puertas en la Iglesia estarán siempre abiertas”, enfatizó.
En sus palabras de salutación, Monseñor Biord agradeció a los Arzobispos que le han precedido y que, en palabras del primer Cardenal del país y dudodécimo Arzobispo de Caracas, Mons. José Humberto Quintero, representan “candelabros de oro que iluminan con el fulgor de sus vidas ejemplares la iglesia caraqueña”.
En palabras del referido prelado, destacó la labor de estos custodios de la fe a quienes recordó como: “Ibarra, el Patriarcal; Coll y Prat, el prudente; Mendez, el héroe; Fernandez peña, el prócer; Guevara y Lira, el mártir; Ponte, el letrado; Uzcátegui, el bondadoso; Castro, el sabio; Rincón González, el manso; Castillo Hernandez, el apostólico; Arías Blanco, el intrépido”. A lo que Monseñor Biord agregó: “Quintero, el erudito y conciliador; Lebrún, el pastor y bonachón; Velasco, el pícaro y misionero; Urosa, teólogo y caballero; Porras, cronista e historiador y propulsor de la beatificación de José Gregorio Hernández”, todos estos últimos elevados al Cardenalato, según precisó.
Sobre este último, su predecesor, destacó su gran labor como impulsor de la Causa de Beatificación y Canonización del santo popular y aseguró dar continuidad al alcance del trabajo realizado por la santidad en el país.
“Uno de los logros del Cardenal fue impulsar la Causa de José Gregorio Hernández. Esa causa se inició hace muchísimos años y todos los venezolanos sentimos que José Gregorio Hernández es un santo. Yo seguiré este camino, apoyado con Porras que queda aquí como Arzobispo Emerito pero trabajaré con él y, sin duda, se impulsará la Canonización de José Gregorio Hernández, y ojalá que de muchos otros venezolanos, de Caracas y de otras Arquidiócesis y Diócesis del país”.
Agregó que viene con todo el ánimo para proseguir el camino de estos Arzobispos. “La iglesia es una tradición, viene de Dios y va hacia Dios. Cada uno de nosotros acompaña un trayecto del camino”.
Para finalizar, e incorporarse a la ceremonia donde lo acompañarían al menos 35 obispos del país, Monseñor Biord compartió un mensaje de esperanza, a propósito de la coyuntura del país: “Nuestra esperanza está con Dios. Dios nunca se olvida de nosotros. En los momentos más difíciles, él siempre está allí. La esperanza para nosotros es una virtud fundamental, que viene de Dios. Dios nunca defrauda”, sentenció.
Con información de la oficina de prensa del arzobispado de Caracas.
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