(ZENIT Noticias – Center for Family and Human Rights / Nueva York, 09.03.2025).- Las Naciones Unidas conmemorarán próximamente el 30º aniversario de la histórica Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en 1995. La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer será una ocasión clave para que Trump socave o altere de algún modo la agenda de género de la ONU.
Ya se están negociando las condiciones para una declaración política que renueve el compromiso de los países con la conferencia de 1995, y se espera que se adopte el primer día de la Comisión. La administración Trump, con el estilo negociador habitual de este presidente estadounidense, está poniendo sobre la mesa todas las opciones, incluida la de pedir a las delegaciones de la ONU que eliminen todas las menciones al “género” en el borrador de la declaración. Como era de esperar, los funcionarios de Trump ya están chocando con delegaciones europeas hostiles.
Los europeos (UE) quieren que la declaración recuerde expresamente la ideología de género, incluya lenguaje relacionado con el aborto y excluya cualquier referencia a la soberanía nacional.
La delegación de la UE ha pedido que se incluya un lenguaje que reconozca a “las mujeres en toda su diversidad” y la “interseccionalidad”, ambos términos técnicos que se refieren a los hombres que se identifican como mujeres. Los europeos también quieren que la declaración contenga referencias a la salud sexual y reproductiva y a los derechos reproductivos, un espacio que abarque todos los asuntos relacionados con la autonomía sexual, incluidos el derecho al aborto y los tratamientos y cirugías para personas transgénero.
Hace apenas unas semanas, la administración Biden se alineó con estas posiciones. Ahora, los funcionarios designados por Trump están pidiendo a los diplomáticos estadounidenses que se opongan a estas políticas.
Si Trump logra bloquear la agenda de género en la ONU, hay dos escenarios posibles en la comisión. El primero es que la comisión de la ONU no logre llegar a un acuerdo. Esto debilitaría el movimiento masivo de género de la ONU y daría a Trump influencia para lanzar iniciativas bilaterales controladas por Estados Unidos para las mujeres que excluyan la ideología de género.
Un segundo escenario consiste en manipular el acuerdo final de la comisión para que defina el género como una referencia exclusiva a los dos sexos, evite cualquier lenguaje polémico sobre salud sexual y reproductiva e incluya garantías explícitas de respeto a la soberanía nacional. Esta opción está más orientada a la reforma de la ONU. Los europeos, que están profundamente comprometidos con la ideología de género, pueden preferir la primera opción y tratar de aguantar el gobierno de Trump sin cambiar la política de la ONU de ninguna manera significativa.
Lo que es cierto en ambos escenarios es que, bajo la administración Trump, la agenda de género enfrenta un desafío existencial por primera vez desde 1995.
Si hay un momento en la historia al que se pueda culpar por la propagación de la ideología de género en todo el mundo, ese es la conferencia de Beijing. El acuerdo de trescientas páginas de la conferencia de Beijing consagró la ideología de género en la política de la ONU por primera vez y generó muchas de las ideas controvertidas que la administración Trump está tratando de erradicar del gobierno federal. De hecho, fue ese acuerdo el que Biden y Obama citaron en sus políticas ejecutivas de promoción de la ideología de género.
En los últimos treinta años, en el marco de la conferencia de Beijing surgió un lobby global de género. Encabezado por agencias de la ONU y apoyado financieramente por poderosos gobiernos occidentales, este lobby global ha promovido diligente y oportunistamente la ideología de género en todas partes.
Los mecanismos burocráticos establecidos para implementar la agenda de género de Beijing han crecido exponencialmente en poder e influencia. Ministerios de género, burocracias de género, becas de investigación de género, cátedras universitarias de género, ayuda exterior de género, presupuestos de género, integración de la perspectiva de género, análisis de género, etcétera. El acuerdo se ha convertido en una sagrada vaca lechera para el movimiento feminista. Cualquiera que cuestione la ideología de género o el derecho al aborto es acallado por misógino. La administración Trump ahora está desafiando esto.
Si Trump logra descarrilar la comisión el próximo mes, podría transmitir el mensaje de que cualquier país que promueva la ideología de género podría ser excluido de recibir financiación y apoyo político de Estados Unidos.
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.
The post Comisión de la ONU pondrá a prueba la determinación de Trump sobre la ideología de género appeared first on ZENIT – Espanol.
Leave a Reply