(ZENIT Noticias / Roma, 09.03.2025).- En Bélgica hubo 3,5% de muertes por eutanasia durante 2024. De 112.100 muertes en el año, alrededor de 5,000 se registraron como eutanasia.

En 2023, se registraron oficialmente 3.423 eutanasias, 3,1% de todas las muertes, frente a 483 víctimas por accidentes de tráfico. Comparando las muertes por eutanasia con otras causas en 2020, personas murieron 2.111 por suicidio y 2.587 por cáncer de mama de las 126.850 muertes en todo el país: 2.445 eutanasias es una cifra superior, lo que manifiesta un uso desproporcionado de la ley, porque se accede a un procedimiento que se pensó reservado para casos extremos.

Los democristianos quedaron fuera del gobierno en 1999 y la coalición de socialistas, liberales y verdes pusieron el foco en las reformas de cuestiones bioéticas, logrando una ley sobre eutanasia en 2002.

Los requisitos legales para poder solicitar la eutanasia en Bélgica precisan que el paciente debe ser capaz y consciente, con sufrimiento físico psicológico insoportable y persistente de una enfermedad incurable. Además, cada caso debe ser justificado con precisión por al menos dos médicos en un documento que es examinado por la Comisión de Eutanasia para dar la aprobación.

Durante 2024, la Comisión belga recibió unos 4.000 documentos para verificar. Al inicio de la aplicación de la ley, recibía alrededor de 350 declaraciones al año. Hoy son casi 350 por mes.

El grupo principal de quienes piden la eutanasia está entre los 70 y 90 años. Sin embargo, los médicos practicaron la eutanasia en Bélgica durante 2023 a 83 casos con personas menor a 50 años, 30 de los cuales eran personas con menos de 40 años y 8 menor a 30 años. Hubo una niña de 16 años que fue sacrificada por un tumor cerebral.

El principal motivo de solicitudes fue el cáncer en 2023 con 1900 casos, seguido de los problemas en el sistema nervioso, circulatorio y respiratorio. Las patologías de quienes la solicitan son variadas y combinadas.

También ha aumentado la solicitud de eutanasia por personas que padecen trastornos psiquiátricos que no son incurables ni incurables, con 48 eutanasias en 2023.

La ley belga, que señalan como perfecta en la práctica de la eutanasia, tiene agujeros negros, como la posibilidad de saltar a la ligera pasos del procedimiento: sucedió en 2010 con una joven, Tine Nys, con irregularidades denunciadas por la familia: la Comisión Federal para el Control y la Evaluación de la Eutanasia, responsable a nivel nacional, no se tomó el mes preceptivo para responder a la solicitud, sino que dio un sí inmediato.

La Comisión publica anualmente un informe estadístico. Ya en 2020, declaró “en los dos últimos años la aplicación de la ley no ha dado lugar a dificultades o abusos importantes que requieran iniciativas legislativas”. Ante las eutanasias respaldadas oficialmente por la Comisión, “los estudios científicos estiman que entre el 25 y el 35% de las eutanasias no se declaran” y son ilegales, según el abogado e investigador Léopold Vanbellingen del Instituto Europeo de Bioética.

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