(ZENIT Noticias / Roma, 06.03.2025).- Los cardenales de la Iglesia han comentado el proceso de la enfermedad del Papa y han respondido a las falsas noticias y rumores surgidas desde la hospitalización del Pontífice el pasado 14 de febrero. Se trata de las personas más allegadas al Papa Francisco y ofrecen una visión cercana a esta situación, dando enfoques distintos ante las especulaciones sobre un posible cónclave para elegir al nuevo Papa y sobre la renuncia del Pontífice por motivos de salud.

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, manifestó en entrevista al Corriere della Sera el 22 de febrero que lo importante en estos momentos es la salud del Papa, su recuperación y su regreso al Vaticano. Los medios de comunicación hablan de la posible renuncia del Papa Francisco, hospitalizado en el Hospital Gemelli, pero representan el lado amarillista de la información.

Ante la difusión de noticias falsas sobre el ambiente en el Vaticano, el cardenal expuso: «Honestamente debo decir que no sé si hay tales maniobras y trato, en todo caso, me mantengo al margen. Por otra parte, creo que es bastante normal que en estas situaciones puedan difundirse rumores incontrolados o se haga algún comentario inapropiado: ciertamente no es la primera vez que ocurre. Sin embargo, no creo que haya ningún movimiento en particular y hasta ahora no he oído nada parecido».

El Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Cardenal Víctor Manuel Fernández, fue entrevistado por el diario argentino La Nación el 21 de febrero y expresó que «no veo un clima pre-cónclave. No veo que se hable de un posible sucesor más de lo que se hablaba hace un año, es decir, nada especial. Para mí es importante que el cuerpo del Papa haya reaccionado bien al tratamiento actual».

Sobre las presiones para una renuncia del Papa por la enfermedad, el cardenal argentino comentó: «No tiene sentido que algunos grupos presionen para que renuncie. Ya lo han hecho varias veces en los últimos años y ésta sólo puede ser una decisión totalmente libre del Santo Padre para que sea válida».

El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, de 91 años, excluyó la posición alarmista ante la enfermedad del Papa. No obstante, tiene el papel de comunicar la noticia sobre el fallecimiento del Papa por su cargo y presidir los funerales como decano de los cardenales.

Como aclaración sobre el papel de los purpurados, es bueno recordar que corresponde al cardenal Camarlengo, Kevin Joseph Farrell, administrar los bienes de la Iglesia si fallece el Papa e iniciar el proceso de preparación para el cónclave. Durante el periodo de sede vacante, el Colegio Cardenalicio se encarga de los asuntos de la Iglesia, pero sin tomar decisiones que impliquen cambios permanentes.

El cardenal Gianfranco Ravasi, prefecto emérito del Dicasterio para la Cultura, expuso que el Papa Francisco puede renunciar “si tuviera dificultades graves para cumplir su servicio”, pero “su gran deseo es cumplir al menos el Jubileo”. Solo a él corresponde tomar la decisión. “Será él quien decida, por supuesto. Tal vez pida consejo, pero la última palabra la evaluará por sí mismo, en conciencia”, respondió al Corriere della Sera sobre una posible dimisión en caso de graves problemas de salud.

El cardenal Ravasi también comentó: «Si estuviera en una situación en la que su capacidad para tener contacto directo con la gente estuviera muy limitada, entonces creo que podría decidir renunciar».  Y recordó que el papa Francisco ya entregó una carta de renuncia condicional al cardenal secretario de Estado al comienzo de su pontificado.

El Cardenal Paolo Lojudice, Arzobispo de Siena, criticó duramente la difusión de noticias falsas sobre la salud del Papa Francisco en una entrevista a ACI Prensa, calificándolas de «fantasías» y de «falta de respeto absoluta». Lamentó que «cada vez que hay un Papa enfermo, ciertos círculos agitan estas fantasías», que opinó son propias de una sociedad de «hipercomunicación compulsiva».

Señaló también el Cardenal Paolo Lojudice que los medios promueven estos rumores y «no están muy interesados ni en el bien de la Iglesia ni en el bien y la salud del Santo Padre». Por eso, en los medios, “me parece que no hay nada nuevo, ni siquiera en esto. Por desgracia, siempre ha ocurrido. Cada vez que hay un Papa enfermo, ciertos círculos agitan estas fantasías, estas noticias falsas”.

Además, recordó que, en momentos de incertidumbre, la tradición de la Iglesia es confiar: “Hay que tener siempre en cuenta que la Iglesia está guiada, primero por el Espíritu Santo y, segundo, que el primer y fundamental maestro y pastor es Jesús”.

El arzobispo de Marsella, cardenal Jean-Marc Aveline, hombre de confianza del Papa, declaró el 20 de febrero que el Papa Francisco tiene una posición clara: «Si realmente quieres que descanse, tienes que ingresarlo en el hospital, porque de lo contrario nunca descansará». Aveline no descartó la renuncia del jefe de la Iglesia: «¡Todo es posible!”.

Mons. Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, reconoció el 20 de febrero que es morbosa la narrativa para alimentar la especulación sobre la gravedad del Papa y crear un ambiente de pre-cónclave.

Declaró a ACI Prensa que es “justo estar preocupados” por la salud del Santo Padre. Sin embargo, la preocupación “debe mantenerse dentro de unos límites”, y lamentó que muchas especulaciones sobre su salud han generado un “clima morboso”.

“La situación es sin duda delicada y el Papa no se ha reservado en esfuerzos, desafortunadamente, desde cierto punto de vista. El Papa “se está recuperando y volverá al Vaticano en unas semanas más”. 

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