(ZENIT Noticias / Brasilia, 15.10.2024).- El 4 de septiembre de 2024 se presentó oficialmente un «bloque católico» en el Senado de Brasil orientado a defender los «valores morales y éticos» católicos, aunque ha sido denunciado por algunos de representar a la Iglesia solo parcialmente.

Eros Biondini, activista y cantante de la Renovación Católica Carismática, intervino en la ceremonia como cabeza del bloque católico en la Cámara de Diputados hasta principios de 2024 y vicepresidente actual.

Mencionó que el bloque lucha por políticas desde la fe católicas y subrayó algunas preocupaciones de los congresistas católico: «El gobierno debería ocuparse de todos los drogadictos y nunca pensar, en lugar de eso, en la liberalización o la defensa de las drogas».

Biondini fue miembro del Partido Liberal de Bolsonaro. Aparece en un video en que varios sacerdotes y cantantes católicos critican a los izquierdistas ante las elecciones municipales del 6 de octubre en Brasil. Su intervención generó controversia al expresar que los católicos «no pueden rezar a Dios por la libertad religiosa y votar por candidatos que apoyan a países gobernados por comunistas que hoy persiguen a más de 360 millones de cristianos».

Una agencia de verificación de datos ocupada en mostrar la desinformación en el segmento religioso digital, Bereia, publicó el 12 de septiembre un análisis del video y define el contenido del clip como «engañoso», pues la acusación a los partidos de izquierda de implantar la persecución religiosa en Brasil es falsa, dado que una investigación exhaustiva no encontró evidencia de tales planes. Y señala que «el uso de temas religiosos para justificar posturas políticas y persuadir a los electores de votar por candidatos de extrema derecha se realiza de manera distorsionada, sin apoyo legal ni fáctico».

El bloque es visto por muchos observadores como una réplica de los legisladores católicos ante el éxito del grupo evangélico en el parlamento y de los funcionarios gubernamentales que, si se unieran en un partido político, formarían el tercero más grande del país.

El bloque católico fue fundado por el senador Marcos Pontes, militar que estuvo en la Estación Espacial Internacional durante 2022. Algunos obispos brasileños asistieron al lanzamiento del grupo el 4 de septiembre, incluido el cardenal Paulo Cezar Costa, de Brasilia. La conferencia episcopal brasileña declaró no haber sido consultada sobre la iniciativa y no tiene vínculos con el grupo.

Pontes fue ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación en el gobierno del presidente Jair Bolsonaro y senador desde 2006, miembro del Partido Liberal de Bolsonaro y defensor de la agenda conservadora del expresidente.

El vicepresidente del nuevo bloque es el senador de inclinación progresista Flávio Arns, sobrino del cardenal Paulo Evaristo Arns. Otros diez senadores forman el bloque, entre ellos Espiridião Amin, de la derecha, a menudo en desacuerdo con la agenda social de la Conferencia Episcopal.

Para conocer la posición del nuevo grupo parlamentario, ayuda conocer el contenido del video donde el padre jesuita Edward Dougherty, oriundo de Estados Unidos, promotor de la Renovación Católica Carismática en Brasil desde 1970 y fundador de un canal de televisión católico, en que dice: «El sufrimiento de la persecución religiosa por parte de los gobiernos comunistas no puede dejar de despertar nuestras conciencias en este dramático momento de elecciones».

En la declaración inicia del bloque, se expresa que busca «defender los principios éticos, morales y doctrinales preconizados» por la Iglesia, «monitorear los proyectos de ley de interés» en el Congreso Nacional y «asesorar a los senadores en la preparación y votación de proyectos de ley».

La mayoría de iglesias en Brasil, tanto evangélicas como católicas, dirigen «comunidades terapéuticas» para paliar la adicción a las drogas. Fueron promovidas por el gobierno de Bolsonaro con financiamiento público.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva continuó la aportación de fondos, pero la oposición, miembros de su gobierno y especialistas criticaron la utilidad de las comunidades y se cortó el apoyo a principios de año.

Según Altemeyer a Crux, teólogo y profesor en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo, «con la excusa de crear un bloque para disputar fuerzas con el bloque evangélico, esos políticos pedirán dinero para los grupos católicos y las parroquias y tratarán de obtener licencias de estaciones de radio y televisión para la Iglesia». Opina que los miembros del bloque católico aparecen como «líderes de la fe», pero sus objetivos son electorales y políticos.

«Ese grupo es realmente innecesario. La mayoría de ellos están conectados con la extrema derecha y no son diferentes de los miembros del bloque evangélico», dijo Altemeyer.

Daniel Seidel, de la Comisión de Justicia y Paz de la conferencia episcopal, comentó a un medio estadounidense que «no es parte de la tradición de la conferencia incentivar la formación de bloques en el Congreso». Y «la mayoría de esos políticos apoyan políticas que van en contra de la orientación de la conferencia episcopal».

Congresistas del bloque católico en la Cámara de Diputados apoyan la reducción de la edad mínima penal, que en Brasil es de 18 años, lo que el episcopado rechaza. Tal bloque también apoyó la reforma laboral de 2017 que, en opinión de los obispos, rebajó los derechos de los trabajadores brasileños.

Seidel advirtió que el nuevo bloque en el Senado y la Cámara de Diputados trabaja en una «agenda moralista» limitada, solo opuesta al aborto y a la eutanasia. «La Conferencia Episcopal siempre ha trabajado a favor de la vida y ha recurrido a amplias discusiones con los políticos para hacerlo. No tiene intereses corporativos».

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