En la Basílica Santa María en Trastevere de Roma también se niega la comunión en la boca

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Fui a Roma acompañado por otro amigo periodista. El sábado por la tarde buscamos una iglesia para ir a Misa ese día y decidimos ir a las 20:00 de la tarde del sábado a la Básilica Santa María en Trastevere situada en el barrio romano que lleva dicho nombre.

No es la primera vez que estaba en Santa María en Trastevere pero igualmente es siempre impactante y uno nunca se acostumbra. Fue fundada en el siglo III por el papa Calixto I, aunque fue después renovada durante el papado de Inocencio II.

Llegamos con tiempo y entramos dentro 20 minutos antes de la Misa. La Basílica estaba abarrotada de gente que se mezclaba entre turistas y quienes estaban ya esperando para la Misa. La presencia de un amplio coro y de pantallas y cámaras nos hizo presagiar que se trataba de una Misa «especial». No era normal la presencia de tanta gente y que hubiera un coro tan amplio ensayando antes de la Misa.

Efectivamente, al llegar la hora del comienzo de la Misa una amplia fila de sacerdotes salía de la sacristía. El último de la fila era monseñor Edgar Peña Parra, número dos de la secretaría de Estado del Vaticano. El arzobispo venezolano fue invitado por la comunidad de San Egidio, a quien está encomendada esa famosa iglesia, a celebrar la Misa del sábado por la tarde.

No tengo ningún reproche a la celebración de la Misa ni tampoco a la poco que entendí en italiano de la homilía de Peña Parra, pero al llegar el momento de la consagración nos llevamos la primera sorpresa. Absolutamente nadie se puso de rodillas en el momento de la consagración y eso que la Basílica estaba a reventar tanto de gente joven como mayor. Se nota que la comunidad de San Egidio movilizó a los suyos para llenar la Misa celebrada por el el ‘sostituto’ de la Secretaría de Estado.

Por un momento pensamos quizá era una cosa de los italianos, pero finalmente nos dimos cuenta de que no. Era más bien una ‘peculiaridad’ de esa comunidad parroquial que regenta la comunidad San Egidio de la que forma parte el cardenal Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal de Italia.

Al llegar el momento de la comunión, mi amigo periodista se llevó la segunda sorpresa. En el momento de comulgar, uno de los sacerdotes de San Egidio le negó la comunión en la boca. Hasta en tres ocasiones intentó que Francesco Tedeschi le diera la comunión en la boca. Ante la negativa de este sacerdote italiano, no le quedó más remedio que tener que comulgar en la mano.

Según la propia página web de la Basílica, Tedeschi fue ordenado sacerdote en el año 2000 y es profesor de Liturgia y Teología Sacramental en el Instituto Superior de Catequesis y Espiritualidad Misionera de la Universidad Pontificia Urbaniana. Colabora activamente en la vida de la parroquia y es responsable de la catequesis de adultos y, en particular, sigue la formación de los catecúmenos adultos y de los novios.

Lo que sí que podemos confirmar, es que el arzobispo Peña Parra, número dos de la Secretaría de Estado del Vaticano no negaba la comunión en la boca a los escasísimos fieles que decidieron comulgar en la boca.


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