Torreciudad cumplirá el próximo años su cincuenta aniversario desde su inauguración y por el momento las negociaciones entre el obispado y la Obra siguen atascadas.

En la nota explicativa, la prelatura sostiene que al poco tiempo de hacerse cargo el Opus Dei de la antigua ermita originaria, se promovió la construcción de un nuevo templo de mayores dimensiones y se acordó con la diócesis que la imagen de la Virgen se veneraría en el retablo del nuevo santuario, que englobaría al antiguo en una sola unidad arquitectónica.

Como ya es sabido, la configuración jurídica de este nuevo templo fue la de oratorio semipúblico con la venia del obispo de la diócesis, ya que entonces se estimó que era una figura canónica adecuada según el Derecho vigente. «Desde entonces se han producido cambios relevantes en el derecho canónico, especialmente la promulgación del nuevo Código de Derecho Canónico (1983), que establece por primera vez un régimen propio para los santuarios», explica la prelatura.

Con motivo de estos cambios, el Opus Dei planteó a la diócesis de Barbastro -que pastorea Ángel Pérez Pueyo- unos cambios jurídicos para el santuario. La prelatura afirma que «durante estas conversaciones se produjeron divergencias de criterio, como el cuestionamiento por parte de la diócesis de la validez jurídica del acuerdo originario de 1962, que establecía la cesión a perpetuidad del dominio útil de la ermita y de la imagen del Virgen. El criterio del Opus Dei fue entonces y sigue siendo hoy, que dichos acuerdos son plenamente válidos y deben ser la base de cualquier modificación jurídica».

¿A quién pertenece el santuario?

El Opus Dei explica en la nota informativa que tanto la imagen de la Virgen de Torreciudad como la antigua ermita son propiedad de la diócesis de Barbastro-Monzón, pero desde 1962 están cedidas a perpetuidad a la entidad civil Inmobiliaria General Castellana, S.A. (posteriormente Desarrollo Social y Cultural, S.A.) mediante un contrato enfitéutico.

La prelatura afirma que el santuario construido en 1975 fue gracias a «los donativos promovidos por miembros y amigos del Opus Dei«. La Obra defiende que su propiedad pertenece a la Fundación Canónica Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad, erigida para acoger el santuario y facilitar las propuestas de actualización jurídica presentadas a la diócesis.

Para despejar cualquier tipo de dudas, adjunta un extracto del testamento notarial firmado en 1962 por el entonces obispo de Barbastro, Jaime Flores y Florencio Sánchez Bella como representante del Opus Dei.

La prelatura añade que en 1966 el obispo Flores acordó con ellos que «la imagen de la Virgen pudiera ser colocada en el nuevo templo para la veneración de los fieles». En aras de la transparencia, la prelatura ha decidido

Las cuentas de Torreciudad

Es aquí donde llega uno de los temas más espinosos: el dinero. Desde el Opus Dei argumentan que los gastos de sostenimiento se atienden, en primer lugar, con las limosnas y donativos que ofrecen los peregrinos y visitantes, y con el excedente que dejan algunas actividades como la exposición “La experiencia de la fe”. Sin embargo, estos ingresos cubren menos del 30 % de los gastos anuales del santuario.

La Institución fundada por Escrivá de Balaguer asegura que «para equilibrar el presupuesto y garantizar la sostenibilidad de todo el conjunto, se constituyó la Asociación Patronato de Torreciudad, a través de la cual, el Opus Dei, con voluntarios de todo el mundo, desarrolla una intensa actividad de búsqueda de recursos». El total de gastos del año 2022 es de 1.388.916 €, señala la Obra.

Además, confirman que el santuario de Torreciudad no recibe ayuda económica por parte de la diócesis para cubrir sus gastos. «Los ingresos que genera la actividad ordinaria del santuario no alcanzan a cubrir el 30 % de los gastos, y la Asociación Patronato de Torreciudad tiene que encargarse de la búsqueda de recursos para cubrir el resto de los gastos», zanjan.

La demanda del obispado

La prelatura no se deja ninguna cuestión en el tintero y aborda también el ‘plantón’ que le dio a la diócesis de Barbastro el pasado mes de diciembre al no presentarse al acto de conciliación propuesto por Pérez Pueyo.

El Opus Dei señala que se trata de «un procedimiento de resolución de conflictos entre las partes, cuando se da una controversia entre ellas sobre un aspecto concreto».

La diócesis de Barbastro-Monzón pretendía devolver la imagen de la virgen a la ermita original y «la reversión a la Diócesis de la Ermita, Hospedería y dependencias anejas objeto del contrato de censo enfitéutico elevado a escritura pública el día 24 de septiembre de 1962».

Ante estas demandas, «la prelatura vio oportuno informar a la Diócesis de que no comparecería en esos términos, ya que existen conversaciones entre ambas partes para resolver la cuestión de mutuo acuerdo», se lee en el comunicado.

Ahora, el Opus Dei confirma que el balón queda en el tejado del obispado de Barbastro-Monzón que puede presentar una demanda civil, si desea que esta jurisdicción estudie su pretensión. «Por parte de la Prelatura esta decisión, de llevarse a ejecución, no sería percibida como algo negativo, sino como una ocasión de que hubiera un pronunciamiento civil al respecto«, confirman en la nota.

Nombramiento del rector

El nombramiento del rector es otro de los puntos fundamentales de disputa entre ambas partes. Por un lado, el Opus Dei apunta que desde siempre han sido ellos quienes elegían al rector de Torreciudad.

Para el Opus Dei, «la confusión al respecto se ha suscitado por los recientes requerimientos del obispo, que exigía la presentación de una terna sobre la que decidir. Sin embargo, al no existir ninguna modificación en la situación jurídica de Torreciudad, y mientras no haya un nuevo convenio, la Prelatura entiende que no es exigible la presentación de ninguna terna, y ha explicado con detalle que corresponde al vicario regional del Opus Dei en España realizar el nombramiento».

Ante la decisión unilateral de Pérez Pueyo de nombrar al rector de Torreciudad tras fracasar los intentos de diálogo con altos cargos del Opus Dei, la parte perjudicada explica que decidieron interponer un recurso ante la Santa Sede, «ya que es la única vía canónica que le queda ante la negativa del obispo de retirar el nombramiento».

De cara al futuro, si el obispo Pérez Pueyo da luz verde a convertir Torreciudad en santuario diocesano, desde la Obra explican que sería el obispo el encargado de nombrar al rector previa presentación de una terna por parte de la prelatura del Opus Dei.

Dificultades económicas y jurídicas

Desde que estalló el conflicto, la diócesis oscense ha apuntado a que todo esto se debe a una situación «jurídica, canónica y pastoral». Es de esta forma como la diócesis de Pérez Pueyo trata de justificar todo este desaguisado que nadie comprende ni la gran mayoría de obispos españoles como muchos de ellos reconocen en privado.

La diócesis de Barbastro ha negado siempre que exista una motivación económica detrás de todo esto, pero lo cierto es que algo hay tal y como han señalado diversos medios de comunicación.

El Opus Dei desvela que existe un conflicto en este sentido y aún no se ha llegado a un acuerdo «porque la aportación que la diócesis planteó en su día se considera desproporcionada«. Aunque no desvelan la cifra, en varias ocasiones se ha publicado que esa cifra podría alcanzar los 600.000 euros.

«La actividad anual para conseguir sufragar el 70 % de los costes que no se cubren de modo ordinario es ya de por sí muy difícil; si a eso se sumara una cuota como la que solicitó la diócesis, el sostenimiento del santuario resultaría inviable«, explica el Opus Dei.

Por último, confirman que «desde septiembre de 2023, la diócesis tiene una propuesta completa de la Prelatura para erigir Torreciudad como santuario diocesano y una propuesta de nuevos estatutos para el santuario. De momento, están en estudio por parte de la diócesis».

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