(ZENIT Noticias / Módena, 14.04.2025).- Un tribunal italiano desestimó un caso de blasfemia de gran repercusión mediática relacionado con una pintura provocativa exhibida en un museo diocesano. Sin embargo, el resultado legal no ha apaciguado la controversia moral y pastoral que envuelve a la Iglesia católica en la región.
El 28 de marzo de 2025, el juez Andrea Scarpa de Módena retiró formalmente los cargos penales de desacato a la religión católica contra el arzobispo Erio Castellucci de Módena-Nonantola y Carpi, los comisarios de la exposición Don Carlo Bellini y Cristina Muccioli, y el artista Andrea Saltini. El caso giraba en torno a una pintura titulada «Longino», que, según algunos católicos, representaba a un centurión romano en una postura íntima con Jesús.
Si bien el tribunal no encontró pruebas suficientes de delito deliberado para constituir un acto delictivo, el juez Scarpa no dudó en describir la obra como «provocadora y ambigua», sugiriendo que podría haber sido diseñada, al menos en parte, para generar controversia, un objetivo que sin duda ha logrado.
Los críticos argumentan que el fallo judicial deja sin resolver profundas preocupaciones éticas, especialmente el papel del liderazgo de la Iglesia en la organización de dichas exposiciones. El arzobispo Castellucci, quien apoyó al artista y a los organizadores de la exposición, ahora enfrenta crecientes críticas, no del estado, sino de la propia Iglesia.
El caso legal surgió a partir de una denuncia formal presentada por laicos católicos, representados por el abogado Francesco Minutillo, quienes solicitaron una investigación sobre la exhibición de «Longino» durante la exposición de arte «Gratia Plena», celebrada en la primavera de 2024 en el Museo Diocesano de Carpi, ubicado en la Iglesia de San Ignacio.
En su fallo, el juez Scarpa presentó dos argumentos principales para desestimar el caso. En primer lugar, concluyó que la naturaleza ambigua de la obra de arte impedía una constatación definitiva de ofensa intencional, requisito legal para un cargo de desacato religioso. En segundo lugar, señaló que, si bien San Ignacio es técnicamente una iglesia consagrada, funciona como un «espacio civil» más que como un lugar de culto activo, albergando exposiciones y eventos culturales en lugar de funciones litúrgicas.
Para Minutillo, la descripción del juez de la obra como elaborada con fines provocativos constituye una reivindicación parcial. «Si bien el tribunal desestimó los cargos, confirmó lo que sabíamos desde el principio: que la pintura fue diseñada para provocar», declaró en un comunicado de prensa. «Esto no es una victoria para la Iglesia, sino una derrota moral para sus líderes».
También cuestionó la clasificación del tribunal de San Ignacio como espacio secular, argumentando que la iglesia continúa beneficiándose de los privilegios legales y financieros otorgados a los lugares de culto en Italia, privilegios que serían lógicamente incompatibles con la designación de espacio civil del juez.
El debate ahora se está trasladando de la jurisdicción legal a la eclesiástica. Minutillo ha indicado que planea recopilar toda la documentación pertinente y presentar formalmente el caso al Vaticano, solicitando una revisión interna, tanto pastoral como disciplinaria, de las acciones tomadas por el arzobispo Castellucci y Don Carlo Bellini.
Los observadores sugieren que el Vaticano podría responder de varias maneras: una amonestación privada, una aclaración pública o, en casos extremos, sanciones formales. Sin embargo, estas medidas disciplinarias son poco frecuentes, y el resultado podría depender más de matices teológicos que de precedentes judiciales.
Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.
The post Justicia italiana se pronuncia sobre acusación a arzobispo católico por caso de blasfemia appeared first on ZENIT – Espanol.
Leave a Reply