(ZENIT Noticias / Roma, 23.01.2025).- En Nigeria, decenas de cristianos fueron asesinados en ataques durante la temporada navideña, especialmente en el estado de Benue. Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) no ha tenido noticia de estas masacres hasta hace poco, gracias a los informes de los socios de la Iglesia local, que se quejaban de la falta de cobertura en los medios de comunicación internacionales. Según la diócesis de Gboko, que abarca parte del estado de Benue, el más mortífero de estos ataques se produjo el día de Navidad en Anwase y se cobró al menos 47 vidas, entre adultos y niños. El padre Isaiah Ter, director ejecutivo de Cáritas en la diócesis, declaró a AIN que, además de cobrarse víctimas, los atacantes «quemaron las ocho iglesias católicas de la parroquia de Santa María, incluida la casa parroquial, clínicas, escuelas y otras viviendas». La diócesis, en un informe enviado a AIN, afirmó: «El párroco y el vicepárroco escaparon y estuvieron en el monte todo un día antes de ser rescatados».

El estado de Benue está situado en el Cinturón Medio de Nigeria, una región en la que confluyen el Sur, de mayoría cristiana, y el Norte, de mayoría musulmana, y que ha sido escenario de numerosos conflictos en las últimas décadas debido a diversos factores, como las tensiones interreligiosas y las disputas por la tierra entre los pastores fulani, en su mayoría musulmanes, y los agricultores asentados, a menudo cristianos. En los últimos años, estos conflictos se han vuelto más mortíferos para los cristianos debido al uso de armas automáticas por parte de los pastores. El papel de la religión en la violencia no está claro, aunque se teme que las disputas étnicas y territoriales tradicionales hayan sido instrumentalizadas por movimientos islamistas extremistas.

La diócesis de Gboko ha sufrido numerosos ataques de este tipo en los últimos diez años, que han provocado la destrucción de más de 20 comunidades y 32 iglesias. Entre enero y noviembre de 2024, es decir, antes del ataque de las pasadas Navidades, casi 100 personas fueron asesinadas en una serie de incidentes, lo que provocó un aumento masivo del número de desplazados internos. Hay al menos 6.800 nuevos desplazados en la región, que suman unos 14.600 en total. La diócesis ayudó a estas personas a sobrevivir y se puso en contacto con AIN, que ofreció ayuda de emergencia.

Asimismo, durante el periodo navideño se produjeron otros ataques en la diócesis de Makurdi, también situada en el estado de Benue, y en el estado de Plateau, que también forma parte del Cinturón Medio. La Iglesia católica de Nigeria ha pedido reiteradamente al gobierno que mejore las condiciones de seguridad y actúe con más decisión para contrarrestar los ataques terroristas e intercomunitarios, pero la delincuencia sigue extendiéndose.

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