(ZENIT Noticias / Roma, 03.11.2024).- La Orden de Malta es a la vez una orden religiosa bajo la jurisdicción del Papa y una entidad soberana reconocida por el derecho internacional, en el mismo nivel diplomático que la propia Santa Sede. La Orden mantiene relaciones diplomáticas con más de 100 países y una destacada presencia en el ámbito internacional.

En medio de la crisis generada por la guerra en Oriente Medio, que sigue causando estragos en la vida de miles de personas obligadas a buscar formas de sobrevivir ante la escasez extrema de recursos y necesidades básicas, la Orden ha decidido “entrar en la boca del lobo” y practicar una caridad heroica, arriesgando la vida de sus miembros para ayudar a quienes han perdido todo.

El Dr. Thomas Weiß, jefe del grupo regional de Medio Oriente de Malteser International, explicó que la misión no ha sido sencilla, ya que han tenido que diseñar proyectos de ayuda mientras gestionan la diplomacia en esta compleja situación.

“Estamos adquiriendo alimentos, productos de higiene y medicamentos en mercados locales, como en Israel, Cisjordania y algunos países vecinos, así como en Europa. Operamos a través del Patriarcado Latino o en colaboración directa con él”, comentó Weiß.

La situación, sin embargo, se complica cada vez más: “Es una catástrofe significativa; la gente se está quedando sin alimentos”. La Orden está organizando convoyes de suministros médicos hacia Gaza, lo cual representa un reto logístico considerable. Afortunadamente, la distribución de los suministros ha sido posible gracias a la colaboración con la Iglesia local y el representante del Patriarcado de Jerusalén.

Entre los planes de la Orden en Gaza se encuentra el establecimiento de un hospital de campaña. La iniciativa consiste en traer módulos prefabricados desde Europa para ir ensamblando gradualmente las instalaciones y ofrecer servicios médicos esenciales a la población local, que carece de acceso a ellos.

No obstante, existen obstáculos importantes para la creación de una estructura de este tipo. La crisis humanitaria en Gaza podría hacer que un hospital de campaña se vea rápidamente desbordado por personas en busca de asistencia, y también podría ser percibido como un posible escudo de Hamás o un objetivo para el ejército israelí.

A pesar de estos desafíos, Weiß se mantiene optimista: “Al mantener una estricta neutralidad y evitar cualquier postura política, hemos logrado acceder a áreas de inseguridad y crisis donde muchas otras organizaciones, incluso no religiosas, no han logrado establecerse o operar”.

Aunque en Oriente Medio la religión es una de las principales fuentes de conflicto, la Orden de Malta no oculta su identidad católica, sino que la presenta con respeto hacia las convicciones religiosas de la región. “Somos católicos y puedo decirles que somos felizmente católicos”, subraya Weiß, destacando que el trabajo de la Orden es una forma particular de testimonio de fe.

“Apoyar a los más vulnerables es una manera muy hermosa de materializar, o ‘hacer operativo’, nuestro ser, nuestra identidad y nuestro mensaje como parte de la Iglesia Católica”, añade Weiß. “Nuestra misión no es convencer a otros de convertirse al catolicismo, sino vivir nuestra fe al servicio de los pobres”.

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