(ZENIT Noticias / Atlanta, 17.08.2024).- La postura de los estadounidenses respecto a la eutanasia y el suicidio asistido sigue siendo un tema de intenso debate, reflejando una tendencia estable durante la última década. Según una reciente encuesta de Gallup, el 71% de los ciudadanos apoya que los médicos tengan la facultad legal para terminar con la vida de un paciente mediante un procedimiento indoloro, siempre que sea solicitado por el paciente y su familia. Este respaldo muestra una continuidad en la opinión pública, que ha fluctuado poco en las últimas tres décadas.
Por otro lado, el suicidio asistido, donde un médico proporciona los medios para que un paciente terminal ponga fin a su vida, cuenta con un apoyo ligeramente menor, aunque mayoritario: el 66% de los estadounidenses está a favor de esta práctica, especialmente en casos de pacientes que sufren dolores intensos. Este respaldo ha mostrado un ligero aumento desde 2014, contrastando con las cifras más bajas registradas entre 1996 y 2014, cuando el apoyo promedio era del 58%.
La encuesta, realizada por Gallup, revela una diferencia sutil pero significativa en la percepción de ambas prácticas. Los estadounidenses tienden a apoyar más la eutanasia directa que el suicidio asistido, aunque esta diferencia se reduce entre ciertos grupos demográficos. Por ejemplo, tanto los demócratas como las mujeres muestran niveles similares de apoyo a ambas prácticas. En términos de afiliación política, los demócratas (79%) están significativamente más a favor de la legalización de la eutanasia en comparación con los republicanos (61%) y los independientes (72%).
El debate no solo se centra en la legalidad, sino también en la moralidad de estas prácticas. Mientras que una ligera mayoría, el 53%, considera que el suicidio asistido por un médico es moralmente aceptable, un 40% lo ve como moralmente incorrecto. Este punto de vista ha sido relativamente constante desde 2014, marcando un cambio en comparación con los años anteriores, cuando la aceptación moral era menor.
La religiosidad juega un papel crucial en cómo se percibe moralmente el suicidio asistido. Aquellos que asisten regularmente a servicios religiosos son los más propensos a considerarlo moralmente incorrecto (66%), en contraste con el 67% de quienes rara vez o nunca asisten a estos servicios, que lo consideran moralmente aceptable. Esta tendencia se alinea con otras posturas conservadoras sobre temas relacionados con la vida humana, como el aborto y la investigación con células madre.
El apoyo al suicidio asistido también varía geográficamente. Los residentes de la costa oeste de EE. UU., donde este procedimiento es legal en varios estados, son los más propensos a considerarlo moralmente aceptable (66%). En contraste, solo el 39% de los habitantes del sur del país comparte esta opinión, región donde ningún estado ha legalizado el suicidio asistido.
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