Sydney: las fotos de la impresionante procesión de Corpus, la más grande desde la pandemia

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(ZENIT Noticias / Sydney, 04.06.2024).- Más de 15.000 católicos se congregaron en las calles de Sydney para participar en la Procesión Eucarística de la Fiesta del Corpus Christi, marcando el evento religioso más multitudinario desde la pandemia de COVID-19. La demostración pública de fe no solo destacó la devoción de la comunidad católica, sino que también subrayó la aspiración de Australia de albergar el Congreso Eucarístico Internacional en 2028.

El Arzobispo de Sydney, Monseñor Anthony Fisher, OP, expresó su alegría y esperanza durante la procesión, resaltando la importancia del evento como preparación para el posible congreso. «Hoy, queridos amigos, han hecho lo que pidió el Consejo y han ayudado a preparar esta ciudad y este país para ese evento que devotamente esperamos que el Papa Francisco nos conceda en 2028», declaró el arzobispo.

El obispo auxiliar de Sydney, Richard Umbers, también se mostró orgulloso de la demostración de fe de los fieles de Sydney. «No es ningún secreto que Australia aspira a ser sede de un Congreso Eucarístico Internacional, y tal demostración pública de fe ciertamente añade credibilidad a nuestra candidatura», afirmó el obispo Umbers, destacando el creciente entusiasmo por una cultura eucarística animada en la ciudad.

La procesión comenzó en Martin Place, donde miles de personas se reunieron en una fría y ventosa tarde de domingo. El evento inició con música y fraternidad entre parroquias, seguido por una presentación del padre Roberto Keryakos de la Catedral de Santa María. «Nuestra fe católica es más hermosa que el mundo. Jesucristo es más hermoso que nadie y nos llama a vosotros y a mí a ser santos», proclamó el padre Keryakos.

Un Momento Solemne

El clímax del evento llegó con el repique de campanas, señalando el inicio de la procesión encabezada por el arzobispo Fisher desde George Street. Banderas de escuelas y parroquias ondeaban sobre la multitud de fieles, mientras transeúntes curiosos se detenían para observar con reverencia. La procesión concluyó en la Catedral de Santa María con adoración, lectura del evangelio y bendición.

La procesión fue un testimonio de la diversidad cultural de la comunidad católica en Sydney, con grandes contingentes de católicos samoanos, vietnamitas, libaneses, portugueses, croatas y latinoamericanos. La participación masiva destacó la unidad y el fervor religioso, con momentos conmovedores como un niño que se reunió con sus padres entre la multitud.

El director del Centro para la Evangelización de Sydney, Daniel Ang, enfatizó que la procesión no solo era para los fieles, sino también una oportunidad para llevar el gozo de Cristo a toda la ciudad. «Estas procesiones son un fermento en nuestro mundo, en gran medida desencantado. Nos recuerda que las personas llegan a la fe y la profundizan a través de múltiples experiencias e influencias superpuestas», afirmó Ang.

Un Llamado a la Transformación

El arzobispo Fisher concluyó con una reflexión poderosa sobre el impacto de la procesión: «Hoy, querido pueblo, habéis reconocido muy públicamente a Dios. Hoy habéis sido testigos muy públicos de la esperanza y la unidad. Como un sacerdote que invoca el Espíritu sobre los elementos del pan y del vino para transformarlos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, ustedes han ejercido su poder sacerdotal como bautizados para invocar al Espíritu sobre esta ciudad para transformarla en el reino de Dios».

La procesión del Corpus Christi en Sydney no solo fue una celebración de fe, sino también una declaración de unidad y esperanza para el futuro, fortaleciendo la candidatura de Australia para albergar el Congreso Eucarístico Internacional y reafirmando el compromiso de la comunidad católica con su misión espiritual.

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