(ZENIT Noticias / Guadalajara, 05.03.2024).- El nuncio apostólico en México, monseñor Joseph Spiteri, presidió el cierre del Congreso Internacional de las Familias en la ciudad de Guadalajara, que reunió del 1 al 3 de marzo a 60 especialistas nacionales y extranjeros para comentar los principios y medios prácticos que fortalecen el tejido social el cual siempre inicia con el mejoramiento de la familia.

En la clausura del domingo 3 de marzo, bajo el lema ‘La familia: una red insustituible’, Jesús Manzanares, presidente del CIFAM, destacó que la meta es inyectar la sabiduría de los conferencistas, porque “este congreso no termina hoy aquí, sino que comienza como una semilla que ha de fecundar las relaciones y nuestro entorno. El mundo parece a veces inhóspito o árido, pero nosotros tenemos, a través de la familia, el poder de la transformación”.

Fue notorio comprobar la variedad y cantidad de grupos comprometidos en el desarrollo de los hogares, desde asociaciones dedicadas a respaldar la libertad de los padres de familia en la educación de sus hijos: desde el Frente Nacional por la Familia hasta instituciones dedicadas a repartir comida a hogares en penuria económica como Azul María, o para promover la atención a discapacitados o el arte que muestra la riqueza familiar.

La mayoría de participantes procedían del ámbito católico, pero se vieron reforzados por organizaciones de mormones, evangélicos o laicos, que promocionaron el compromiso de los asistentes para vivir las sugerencias que mejoran la propia familia. También se insistió en que no hay familias perfectas, pero todas pueden crecer en sus valores.

En el evento de clausura del domingo 3 de marzo se dio reconocimiento a 140 jóvenes voluntarios que apoyaron la organización y la marcha de las actividades, los talleres para jóvenes, las áreas de niños y las salas de escucha para adolescentes.

Jesús Manzanares les compartió un mensaje de superación: “¡Sean rebeldes y atrévanse a desafiar el individualismo imperante! ¡Sean rebeldes y respondan al anhelo profundo por el amor inscrito en su corazón! ¡Sean rebeldes y funden una familia!”.

Yoani Paola Rodríguez Villegas, vicepresidente de FIMPES pidió recuperar la vocación formativa en la familia y el esfuerzo de los centros educativos para difundir valores constructivos de una sociedad más bella y propositiva.

Igualmente, Yoani Paola enfatizó: “Tenemos que colaborar en la preparación de los maestros, que las familias tengan esa mirada humanizaste, porque en el salón de clases es encuentro uno a uno, quien se vuelve cátedra es el maestro, es maestro de vida, se empieza a transmitir la humanidad”.

Los participantes llegaron de todos los rincones de México, de Estados Unidos y otros países latinoamericanos para asistir a las conferencias, los talleres y los encuentros de diálogo y proposición de medios prácticos en grupos reducidos.

Al final del congreso, el arzobispo Joseph Spiteri, nuncio apostólico en México, insistió ante los 5,000 asistentes a la misa conclusiva que la presencia de tantos jóvenes y familias en un evento de sólidos expertos internacionales y de 130 asociaciones promotoras de los valores familiares, donde el hogar “es la esperanza de construir un futuro para la sociedad mexicana y mundial”.

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