«Es muy importante que haya este encuentro, este encuentro entre hombres y mujeres, porque hoy el peligro más terrible es la ideología de género, que anula las diferencias», dijo el Papa durante una audiencia con miembros de la organización académica francesa Centro de Investigación y de Antropología de las Vocaciones (CRAV).

La ideología de género, que busca difuminar las diferencias entre hombres y mujeres a través de movimientos como el transgénero, “hace que todo sea igual”, dijo Francisco.

“Borrar las diferencias es borrar a la humanidad. El hombre y la mujer, sin embargo, están en una ‘tensión’ fructífera”, dijo Francisco a la asamblea, que se reunió en Roma para una conferencia internacional de dos días titulada “Hombre, mujer, imagen de Dios: para una antropología de las vocaciones”.

Centrando el discurso del viernes por la mañana en la “crisis antropológica y la necesaria promoción de las vocaciones humanas y cristianas”, el Papa Francisco dijo que esta tarea se ve desafiada por innumerables desafíos sociales que surgen del espíritu cultural de la época, incluida la ideología de género.

Destacando el ángulo antropológico de la conferencia, el Papa señaló “una verdad elemental y fundamental, que hoy debemos redescubrir en toda su belleza: la vida del ser humano es una vocación”.

El Papa enfatizó que se trata de un elemento fundacional “que subyace a toda llamada dentro de la comunidad” y “tiene que ver con una característica esencial del ser humano como tal”.

«Este descubrimiento», añadió el Papa, «nos saca del aislamiento de un ego autorreferencial y nos hace mirarnos a nosotros mismos como una identidad en relación».

El Santo Padre enfatizó que es imperativo comprender esta “verdad antropológica”, ya que “responde plenamente al deseo de realización humana y de felicidad que vive en nuestros corazones”.

«A veces tendemos a olvidar u oscurecer esta realidad», dijo el Papa, que conlleva el riesgo de «reducir al ser humano a sus únicas necesidades materiales o primarias, como si fuera un objeto sin conciencia y sin voluntad, simplemente arrastrado por la fuerza». la vida como parte de un engranaje mecánico”.

Para contrarrestar esta tendencia, el Papa enfatizó que es necesario que haya un reconocimiento de que “la vida del ser humano es una vocación” y que “el hombre y la mujer son creados por Dios y son imagen del Creador”.

La entrada