(ZENIT Noticias / Roma, 20.02.2024).- La XV edición del Festival Internacional de Cine Católico “Mirabile Dictu” concluyó el 15 de febrero por la tarde en Roma, con la ceremonia de entrega de premios en el Palacio Cesi en Via della Conciliazione, a pocos metros del Vaticano.

Concebido en 2010 por la directora y productora Liana Marabini para dar espacio a productores y directores de películas, documentales, docuficción, series de televisión, cortometrajes y programas que promuevan valores morales universales y modelos positivos, el Festival nació bajo el Alto Patrocinio del Pontificio Consejo para la Cultura, hoy Dicasterio para la Cultura y la Educación, representado en la ceremonia por el subsecretario padre Antonio Spadaro.

Este año fueron nominadas más de 2.000 obras, de las cuales se seleccionaron las películas finalistas, procedentes de nueve países diferentes: Argentina, China, Filipinas, Francia, India, Italia, Polonia, España y Estados Unidos.

El Premio a la Mejor Película fue para “La sirvienta” de Pablo Moreno (España); mejor director Premio ex aequo, por primera vez en la historia del Festival, a Eddie McClintock por “Miracle at Manchester” (EE.UU.) y Jan Sobierajski por “Called” (Polonia); mejor cortometraje “Zatti, hermano nuestro” de Don Ricardo Campoli (Argentina); mejor documental “Arma Christi: una crónica de la disidencia” de Victoria Darves-Bornoz (Francia).

El Premio Fundación Capax Dei fue otorgado a “Nueva creación enamorada” de Huayu Yang (China).

A los ganadores decretados por el jurado internacional, presidido por la princesa y actriz Maria Pia Ruspoli (Italia), e integrado por el distribuidor y productor Norbert Blecha (Austria), los periodistas Luca Caruso (Vaticano) y Wlodzimierz Redzioch (Polonia), y el actor Rupert Wynne-James (Reino Unido) – recibieron el Pez de Plata, inspirado en el primer símbolo cristiano. La entrega de premios estuvo a cargo del periodista Armando Torno.

En su saludo de presentación, el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente emérito del Pontificio Consejo para la Cultura, que concede un alto patrocinio desde la primera edición y siempre ha estado cerca del Festival, felicitó al presidente Marabini por haber llegado a la decimoquinta edición y citó a los grandes franceses: al dramaturgo Antonin Artaud, según el cual «las películas representan sólo la piel de la realidad», es decir, «sólo la superficie y, por tanto, no profundizan». Ésta, sin embargo, es precisamente la función que Liana Marabini siempre ha querido: la de representar también lo Trascendente», afirmó el purpurado. «Si queremos decirlo con un gran pintor, Paul Klee, ‘representar en lo visible lo invisible que en él se esconde’, prosiguió el cardenal Ravasi. Es decir, siempre tratando de encontrar esta dimensión más lejana y trascendente en la realidad visible». “Creo que esta es la realidad de las grandes películas, de los grandes directores. El propio Artaud, al convertirse en actor de la película de Dreyer sobre Juana de Arco, también se implicó y entendió que la película no es sólo una imagen de la realidad, sino también una excavación en profundidad, en busca, muchas veces, del gran misterio de la persona humana, de la historia y, si se quiere, también de la Trascendencia, de la divinidad», concluyó el purpurado.

La presidenta del Festival, Liana Marabini, agradeció a los presentes, al jurado -en particular a la presidenta, Princesa María Pía Ruspoli “por la dedicación y la profesionalidad de su trabajo»- y a los numerosos productores que de todo el mundo nominaron sus obras, señalando que «el solo hecho de estar en la competición final es una recompensa, porque las películas finalistas fueron seleccionadas entre más de 2.000 películas candidatas».

También anunció que está realizando una película sobre Michael Jackson y su relación con la fe, que será presentada en el Festival de Cine de Cannes el próximo mes de mayo.

Mejor Cortometraje

“Zatti, hermano nuestro” de Don Ricardo Campoli (Argentina)

Es el año 1941 y las noticias que llegan al hospital San José de Viedma, Patagonia, no son nada buenas. De hecho, la orden consiste en desalojar inmediatamente el edificio, que será demolido, y trasladar a los pacientes, médicos y enfermeras a una nueva ubicación, más alejada de la ciudad. Las esperanzas de salvar el hospital están todas puestas en el salesiano coadjutor Artemide Zatti, la verdadera alma del lugar. La película ofrece sólo un breve episodio de su vida, pero dice mucho sobre el modo de ser cristiano de este hijo de Don Bosco, proclamado santo por el Papa Francisco el 9 de octubre de 2022.

Los otros cortos finalistas fueron: “Arrivederci Paris”, de Luis Salvatore Bellanti (Francia) y “Hatid (send off)”, de Rosswil H. Hilario (Filipinas).

Mejor Documental

“Arma Christi: una crónica de la disidencia” de Victoria Darves-Bornoz (Francia)

Es una película sobre los cristianos en Ucrania en tiempos de guerra. También presenta la singular historia del gran artista contemporáneo Banksy, que viajó al país durante la guerra y pintó once obras maestras en las paredes de otros tantos edificios bombardeados. Una epifanía de belleza en medio de una gran devastación.

Los otros documentales finalistas fueron: “Follow that Bishop” de Sean-Patrick Lovett y Antonio Olivié (España), y “Nueva creación enamorada” de Huayu Yang (China).

 La mejor película

“La sirvienta” de Pablo Moreno (España)

Vicenta María vivió hace casi 200 años. Desde muy pequeña sintió el llamado a proteger a las demás mujeres de su tiempo, quienes no tuvieron las mismas oportunidades e intentaron emigrar desde sus pueblos a las grandes ciudades, en muchos casos con poca suerte. Lera, una empleada doméstica que huyó de Ucrania, acaba de ser arrestada acusada de robo. En prisión conoce a Julia y Mihaela, dos prostitutas, a quienes les cuenta la historia de la mujer que cambió su vida. ¿Puede la decisión de una mujer cambiar el curso de la historia de miles de personas más? Basada en la historia real de una mujer que desafió a su mundo a cambiar el nuestro.

Las otras películas finalistas fueron: “San Miguel: conoce al ángel” de Wincenti Podbinski y Don Przemysław Krakowczyk (Polonia), y “El mensaje de Loudes” de Stefano Mazzeo (EE.UU.).

Mejor director

Premio ex aequo a Eddie McClintock por “Miracle at Manchester” (EE.UU.) y Jan Sobierajski por “Called” (Polonia)

Eddie McClintock por “Miracle at Manchester” (EE.UU.)

Una comunidad escolar se une para intentar salvar a un adolescente de una forma agresiva de cáncer cerebral. Dos semanas después de que toda la escuela secundaria católica (1.700 estudiantes y personal) orara por este niño, su tumor desapareció. Durante el calvario de la enfermedad, su padre pierde la fe, pero al final consigue renovarla. Una historia de esperanza apta para todas las edades, que habla del poder de la oración y calienta el corazón.

Jan Sobierajski por “Called” (Polonia)

“Llamados” cuenta la historia del encuentro entre un sacerdote católico y una familia adinerada, donde el sacerdote realiza una visita pastoral, durante la cual se produce un fuerte intercambio de opiniones. Los temas giran en torno a siete servicios principales confiados a los sacerdotes: el sacramento de la Eucaristía, el de la reconciliación, el bautismo, la predicación de la Palabra de Dios, las oraciones de curación, el exorcismo y el acompañamiento del moribundo. El sacerdote cuenta historias inusuales, pero verdaderas, de laicos convertidos a través del ministerio sacerdotal. Es la historia de la experiencia real de siete personas, cuyas vidas fueron transformadas radicalmente a través del testimonio y las obras de los sacerdotes.

Los otros directores finalistas fueron: Snehashish Das por “Suka Bhaira Sholay” (India) y Chris Vickers-Rynecki por “A bad Choice” (EE.UU.).

Premio Fundación Capax Dei a “Nueva creación enamorada” de Huayu Yang (China)

Tanto Aslan como Krissy son jóvenes mongoles en China. Uno creció en las estepas de Mongolia Interior y estuvo privado del cuidado de sus padres desde la infancia, lo que preparó el escenario para una vida inestable. La otra creció en la ciudad sin saber qué era el amor, debido a la separación de sus padres a temprana edad, lo que la llevó a desarrollar un estilo de vida caótico.

Los dos se volvieron drogadictos, pero aún en un mundo confuso y en plena desesperación, Krissy encontró la gracia salvadora de Jesucristo y compartió su fe con Aslan, iniciando un camino de transformación personal y convirtiéndose en una pareja amorosa y evangelizadora.

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